El diálogo con tu bebé: lenguaje y vínculo

El diálogo con tu bebé: lenguaje y vínculo

Construir un lenguaje, forjar un vínculo

El diálogo con tu bebé nace mucho antes de la primera palabra. La comunicación preverbal y no verbal anteceden y sostienen el desarrollo de la comunicación verbal (el habla).

El diálogo con tu bebé: Construir un lenguaje, forjar un vínculo

Los bebés nacen pudiendo comunicar sus necesidades

Desde que tu bebé nace es capaz de comunicar sus necesidades. ¿Qué necesidades? Necesidad de atención, mirada, voz, contacto, movimiento, hambre, sed, cansancio, sueño, incomodidad, calor, pis o caca.

¿Cómo se comunica tu bebé?

A través de cambios sutiles, o no tan sutiles, en su tono muscular, sus movimientos, miradas, gestos, gruñidos, llantos, balbuceos. Todas estas son señales a ser decodificadas y significadas por un otro/a. Estar presente y atenta/o te permite detectarlas y responder a ellas, entablando un diálogo con tu bebé.

El díalogo con tu bebé

  • Se va construyendo con el tiempo en un proceso de aprendizaje y adaptación recíproca.
  • Se teje entre no verbal y lo verbal y va modelando una forma de comunicarse, en principio exclusiva, tuya y de tu bebé.
  • Le permite a tú bebé ir apropiándose del lenguaje, de sus usos y convenciones, y de su lengua materna.
  • En esa comunicación abierta y permanente con tu bebé, que excede lo verbal, se va forjando un vínculo entre ambos.

La importancia de los pequeños gestos cotidianos

En cada pequeña interacción cotidiana, en cada acto de cuidado (cada vez que le cambiás el pañal, o lo ayudás a dormir, cada vez que le das alimento o calmás su sed, cada vez que escuchás y respondés a su demanda, cada vez que lo ayudás a regularse, tu bebé recibe el mensaje de que hay alguien en el mundo para cuidarlo/a y se siente lo suficientemente seguro/a para crecer y desplegar su ser. Alguien que:

  • responde a su llamado,
  • valora y otorga un sentido a sus expresiones,
  • le habla esperando su respuesta,
  • lo ayuda a comprender y a transitar sus emociones y sensaciones,
  • lo ama incondicionalmente independientemente de sus estados emocionales y reacciones,
  • le ofrece sus palabras, su voz y su cuerpo como sostén y refugio ante un afuera que por momentos puede parecerle atractivo y estimulante y otras amenazante y hostil.

Hablarle a tu bebé

Hablale a tu bebé, hablale no sólo con tus palabras, hablale con todo tu cuerpo. Como lo hacés con los demás cuando deseás que te escuchen y te comprendan.

Escuchate, registrate. ¿Cómo es tu tono de voz? ¿Qué gestos acompañan tus palabras? ¿Cómo es tu mirada? ¿Y tu tono muscular? ¿Cómo sostenés a tu bebé? ¿Qué pasa cuando parás de hablar?

Hablarle y escuchar a tu bebé.

Escuchar a tu bebé

Escuchalo a tu bebé, tiene un montón de cosas para decirte. ¿Cómo se mueve? ¿Cómo está su tono muscular? ¿Dónde ubica su mirada? ¿Cómo son sus reacciones? ¿Cómo es su llanto? ¿Qué otros sonidos esboza?

La importancia del entorno: apagá la tele, la música, la radio, dejá el celu

Muchas veces vivimos en entornos demasiado ruidosos y no nos damos cuenta. Estos entornos no alientan el desarrollo de la comunicación (verbal) en el bebé. Hay tanto ruido que no les permitimos escucharse a sí mismos y tampoco nosotros podemos escuchar las señales que emiten (balbuceos u otros sonidos). Estos entornos no promueven el desarrollo del diálogo, ni de la apropiación de la lengua, ni las producciones por parte del bebé. Para hablar, necesitan poder escuchar a y ser escuchados por un otro significativo. Así como escucharse a sí mismos, entusiasmándose con sus propias producciones y las reacciones de los otros/as.

La magia del silencio: escuchar a tu bebé

La magia del silencio

Así como el silencio en el entorno es importante, también es ser conscientes de lo necesarias que son las pausas cuando le hablamos a un bebé (y a cualquiera). Hoy más que nunca, en el ajetreo de nuestra vida cotidiana, la expectativa de recibir respuestas inmediatas y rápidas es cada vez más alta. Escuchamos los audios en 2X y respondemos muchas veces sin terminar de escucharlos. Los bebés tienen y nos invitan a entrar en un ritmo diferente. Nos recuerdan que la pausa es necesaria. Para que se establezca un diálogo tengo que hacer espacio para que el otro/a hable. Esperar deseoso su respuesta.

Lenguaje y vínculo

Hablándose y escuchándose, irán construyendo juntos ese lenguaje único que los una. Hecho de palabras, gestos, contacto, movimiento, sonidos y miradas. Irán forjando el vínculo que los mantendrá unidos incluso en la distancia.

Tu bebé lo necesita tanto para su desarrollo saludable como para poder desarrollar otros vínculos. Se irá así apropiando de la lengua y la cultura en las que nació inmerso para poder más adelante hablar con otros/as, expresar sus emociones e ideas configurando y afirmando su identidad.

Ese lenguaje único que los une, ese vínculo irremplazable que irás construyendo con tu bebé.

Algunas claves a tener en cuenta

  • Los bebés poseen una extraordinaria competencia comunicativa que se moviliza en dirección a un/a otro/a y el deseo de relacionarse con un/a otro/a y con el mundo a su manera y a su ritmo.
  • Dicha competencia se manifiesta a través del llanto, la sonrisa, el gesto, la mirada, el tono muscular, la escucha y la atención.
  • Para desarrollar el lenguaje necesitan sentirse seguros, abiertos y deseosos de relacionarse con ese otro/a.
  • El placer compartido en la posibilidad de re-encuentros sucesivos significativos con ese otro/a es clave. Impulsa la transformación de los sistemas de signos, que en un principio son sensoriales, motores, gestuales, mímicos y después avanzan hacia un progresivo sistema de signos socializados, simbólicos y pragmáticos de la lengua.

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